La llegada de Tlalli

Hola!!! Ya estoy aquí en este planeta. Al fin me decidí a salir de la panza de mi mami y dar un par de bocanadas de aire fresco... bueno, al menos del aire que existe en el DF, que es donde ya sé que vivo.
Nascí el 31 de mayo, justo un día después del cumpleaños de mi papá. Como sé que a él le gusta aprovechar mucho los recursos, pues quise darle este regalito y njuntar nuestras fiestas de cumpleaños, para así tener el doble de invitados, jeje.

Él les quiere contar cómo es que vine a este mundo:


Estampita de Santa Paola martir...

Nos disponíamos a acostarnos. Era casi media noche y el día había sido un tanto pesado pues celebrábamos mi cumpleaños. Apenas hace unos minutos, Paola hacía sus estiramientos y sentadillas.

-Hiiiií…-Dijo Paola y se levantó como flecha de la cama- Sentí un bajón…

Su cara anonadada veía como empapaba la ropa tirada en el piso con un líquido transparente que salía de ella, anunciando lo tan esperado. No había lugar a dudas. Tlalli Karumi nacería pronto.

Ida al hospital y de regreso. Toda la noche en vela. 17 horas totales de trabajo de parto. Algunos sacones de onda y demás… pero a las 19 horas con 43 minutos, una pequeñita dio su primer soplo de vida independiente en una expresión, mitad grito mitad llanto.

Ha pasado mes y medio desde entonces. Muchas cosas han pasado. Nos hemos ido conociendo.

Siento que ha sido toda una prueba de vida para Paola que espero algún día plasme y cuente en su propia visión. Por lo pronto yo me siento orgulloso de mi pareja y confiado en que seguiremos construyendo nuestra familia con los vaivenes y particularidades de cada uno de sus cuatro miembros.

Libertad siempre curiosa, se ha manifestado contenta desde el primer momento… “pero espero que sea una hermanita y no un hermanito” Sentenció. Desde que el ultrasonido nos señaló que se cumpliría su deseo ha estado siempre al pendiente aún a pesar de las distancias y presta a ayudar en lo que haga falta. Pero impresionantemente desde el nacimiento de Tlalli ha redoblado empeños y gusta de cargar a su hermana (muy a pesar de nuestro neviosismo porque pueda llegar a no aguantarla), quiere cambiarla, dormirla, darle de comer y todo lo que se relacione con ellas le interesa. Ha salido todo a pedir de boca y está muy contenta de recibir a su hermanita.

Los abuelos desde luego fascinados, los tíos, la bisabuela, los amigos… todo mundo ha estado al pendiente y la ha visitado o estado al pendiente… Con mucha suerte llega Tlalli Karumi, rodeada de amor y bienvenida entre todos los suyos.

No ha tenido muchos problemas para dormir, para comer, ni para echarse sus keiks y cosa muy curiosa es que se ríe desde la primer semana de nacida… ¿De qué? Pues nos ha puesto a preguntarnos sobre la risa y la felicidad… ¿Es innata? ¿Le somos simpáticos? ¿Se acuerda de algo? ¿De qué se acordaría? ¿Es un reflejo?

Por lo pronto es un gran misterio. Nosotros lo tomaremos simplemente como un buen signo…